Descripción del proyecto
En verano madrugar tiene sus recompensas… el sol es agradable, la playa está solitaria, y el bosque está despertándose.
¿Mar o montaña? Y porqué no las dos… Así empezó este reportaje de preboda. Como siempre el objetivo, pasar una mañana divertida, entre risas y abrazos.
Nos levantamos temprano para que el sol, solo nos acariciase, y las toallas y sombrillas no inundaran la playa… y lo conseguimos.
El resto sólo fue vivir el momento, disfrutar del entorno y que Miraria y Edu sacaran lo mejor de ellos.
Gracias pareja por esa mañana tan divertida y maravillosa.
Si quieres ver el resto del reportaje AQUI en la web de KRIS MOYA BODAS