“Todo fue perfecto pero en el fotógrafo de boda me equivoqué”. ¿Quién ha oído alguna vez está queja? No te la juegues y busca buenos profesionales.
La tentación del recorte
Una boda, no nos engañemos, es un fuerte dispendio para las familias en la que uno de sus miembros decide dar el paso. Y teniendo en cuenta la situación económica por la que estamos atravesando, es normal que los gastos se miren con otros ojos e, incluso, se intente reducirlos.
Así que llegado a este punto, la tentación de recortar gastos es clara, siendo el fotógrafo de boda uno de los primeros damnificados de la tijera. ¿Cómo se hace? Pues gracias a la inestimable intervención de amigos y familiares amantes de la fotografía, pero que no dejan de ser aficionados.
Pero es curiosa esta manera de proceder, porque a nadie se le ocurre llamar a la prima para que le haga el vestido de novia porque sabe coser, o a ese amigo que cocina tan bien para que les prepare el banquete. En estos casos siempre se recurre a profesionales.
Los problemas con el fotógrafo de boda aficionado
La buena voluntad, el cariño familiar y personal o ser un apasionado aficionado a la fotografía, siento decíroslo, no son suficientes argumentos para prescindir del fotógrafo de boda profesional el día de vuestro enlace.
El vestido se guardará, los detalles pasarán al olvido y el menú que se sirvió será anecdótico. Pero si las emociones, los sentimientos o los momentos únicos no quedan inmortalizados tal y como los vivisteis, os puedo asegurar, que se os hará un nudo en el estómago cada vez que veáis una fotografía de boda, aunque no sea de la vuestra.
Disponer de un equipo potente, haber invertido en formación, conocer los tempos reales de la boda, atesorar experiencia, haber trabajado los previos de la boda,… son sólo algunos de los detalles que marcan la diferencia entre unas simples fotografías para colgar en facebook y TU reportaje de boda. Un trabajo especial donde cada momento vivido aparece ante vuestros ojos para haceros revivir la emoción y los sentimientos de unos instantes únicos e irrepetibles.
Decálogo para elegir tu fotógrafo de boda profesional
Con todo lo dicho, déjame darte este sencillo decálogo de 10 puntos, para que el fotógrafo de boda no sea un problema el día de la boda:
- Analiza el tipo de fotografía que más te gusta: tradicional, artística, documental….
- Fíjate un presupuesto realista. “No busques duros a tres pesetas” como diría mi abuela.
- Busca fotógrafos que encajen en el estilo que te gusta y en el presupuesto que te hayas fijado.
- Si lo haces con tiempo suficiente podrás encontrar más fechas libres con el fotógrafo de boda que te gusta que si apuras más. También puedes encontrarte ofertas con precios más económicos o más servicios al mismo precio.
- Con el fotógrafo de boda tiene que haber química para que todo vaya de maravilla. No son simples fotografías.
- Sin dudarlo… ¡hazte la preboda! Es la mejor manera de romper el hielo con la cámara y de crear complicidades con vuestro fotógrafo de boda.
- Mejor dos fotógrafos que no uno. Así no habrá riesgo de perder ni un instante y, de paso, minimizar riesgos ante imprevistos.
- El photocall puede ser una buena opción para las fotografías de grupo.
- Pacta cuando se empieza a disparar (preparativos) y cuando se acaba el trabajo (antes o después del baile por ejemplo).
- Firma contrato con todo lo que contratas y a qué precio y pide factura.
Espero que con este post haya conseguido haceros ver la importancia de contratar un fotógrafo de boda profesional. No te la juegues.
Sale al me-gusta, comparte entre tus círculos y déjame tus comentarios. Y si tienes alguna duda ponte en contacto conmigo sin compromiso.
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