Y por fin llego el día tan deseado… un año preparando todo con mimo y cariño… y ya había llegado. Ser la fotógrafa de una boda tan «deseada» te hace que vivirla y sentirla en primera persona.. porque sí.. me emocioné con el si quiero.
Tania y Joan son espontáneos, divertidos, imposible aburrirse con ellos. En la Preboda acabé con agujetas en la cara… y la boda no iba a ser menos.
Una vez más mi compañera y amiga dori rOmera me acompañó con su cámara, captando cada detalle y cubriéndome en todo momento.