Llega el 8 de marzo, día de la mujer, y hoy os quiero dedicar esta entrada a todas vosotras, las grandes protagonistas de todo reportaje boda. ¡Va por vosotras!
Hoy sois vosotras las protagonistas
Aunque no soy partidaria de tener un día para nosotras como fiesta, si que quiero aprovechar para sacarle todo el partido reivindicativo al 8 de marzo, Día de la Mujer.
En el terreno de la igualdad aun nos queda mucho por recorrer, muchos hitos que alcanzar y muchas cimas que coronar. Cada vez somos más protagonistas en el día a día de la sociedad, imponiendo nuestro punto de vista, ni mejor ni peor que el de los hombres (no quiero entrar en polémicas), pero si diferente. Y posiblemente sea eso lo que necesita esta sociedad, un punto de vista diferente de ver la vida, de entender la realidad y de buscar soluciones a todos nuestros problemas cotidianos.
Por eso quiero ensalzar la figura de la mujer en todos los ámbitos, y si es protagonista de mi trabajo… pues que tenga ese reconocimiento expreso por parte mía de una forma clara.
Las mujeres en un reportaje boda
Todo reportaje boda tiene un denominador común que los hace diferentes los unos de los otros: vosotras. Entender la importancia de un día como el de la boda, sino se hace desde el punto de vista de una mujer sería dejar escapar momentos únicos. Y no quiero decir que ellos no lo sientan igual, que también lo sienten, pero nosotras somos diferentes. Lo sentimos de otra manera.
Cuidar los detalles hasta la perfección es patrimonio nuestro, porque entendemos que las cosas han de tener nuestro sello personal. Y una boda no puede ser diferente. Ese sello personal que da el toque femenino es increíble y, en cada caso es diferente al resto. Esto es lo que hace que cada reportaje boda sea un obra diferente en si, aunque el protocolo y los momentos puedan ser los mismos.
Desde la novia, estrella indiscutible del reportaje boda, pasando por las madres de los novios, y siguiendo por las amigas y familiares más próximas, todo es ilusión, son sentimientos a flor de piel, alegría, cariño desbocado y sonrisas que lo dicen todo con una espontaneidad que sale del corazón y permiten sacar fotografías que a más de una le deja sin aliento.
¡Y es que nosotras somos así!
Todo corazón
Ya desde el primer momento nosotras vivimos la boda de otra manera. Los deliciosos momentos que se viven en la peluquería o en casa ya con el vestido son, sinceramente, todo un privilegio para disfrutar como fotógrafa. Todo el sentimiento que desprenden esos momentos son espectaculares.
Y si, lo reconozco, me emociona con cada una de vosotras, porque os entiendo y comparto vuestro momento al 100%. Y si.. alguna lagrimilla también suelto detrás de la cámara.
Sois vosotras las que me entendéis. Y sois vosotras las que lo exteriorizáis de forma especial y única.
La ceremonia y la posterior celebración, no hacen más que ensalzar vuestro papel, haciendo que todo gire en torno a la novia, auténtica protagonista de ese día, dándole la relevancia que se merece.
La novia, centro de todas las miradas
Pero es la novia la que da el toque diferencial a toda boda, es la que luce con brillo propio en todo reportaje boda. Nunca una mujer en un solo día es capaz de atesorar tantos secretos celosamente guardados para ser desvelados de una forma estelar en un solo momento.
El vestido, el ramo, el peinado, el maquillaje o el velo, son sólo los detalles que más llaman la atención, pero son en si mismos ingredientes que sólo nosotras somos capaces de valorar y de disfrutarlos en su justa medida. De ahí hasta el final del día, la elegancia de la novia impregnará todo lo que le rodea, para que el reportaje boda tenga esa impronta que lo haga diferente a los demás, para que cada pareja tenga su historia particular que contar.
Así que por todo lo dicho, vosotras sois las auténticas protagonistas de mis reportajes, y espero que, poco a poco, todas vosotras seáis las protagonistas del día a día para empezar a liderar el cambio social que necesitamos. Porque el punto de vista de una mujer es diferente y los valores que transmiten también, y que el 8 de marzo deje de ser nuestro día de reconocimiento. Consigamos que nuestro reconocimiento sea todo el año, cada una desde su sitio.
Yo como fotógrafa pondré todo mi empeño, porque de puntos de vista y miradas diferentes si que entiendo.