A veces tenemos que hacer magia para transformar el entorno para obtener un maravilloso reportaje boda o de preboda.
Conseguir sacar de la nada un algo que nos haga suspirar, sentir … Es ahí donde un fotografo boda profesional saca todo su potencial.
Pero hay otras veces que sólo tenemos que ser espectadores y tener todos los sentidos en alerta, porque la magia está en el ambiente, en cada piedra, en cada recodo, … son esos momentos en los que sólo tengo que sacar la cámara y dejarme impregnar de ese algo que te dice que este reportaje boda será diferente.
Granada, magia en estado puro.
Hacer un reportaje boda aquí es algo más que un trabajo cualquiera. La historia que rezuman sus espacios, sus edificaciones, sus calles o sus jardines no tiene fin.
Pero Granada es mucho más que eso, son sensaciones y leyendas, sonidos y susurros, son aromas y olores, toda una amalgama que si no estás pendiente de ellos no puedes decir que has estado ahí. Es mucho más que todo lo que los itinerarios más turísticos jamás te enseñarán, y es lo que sólo tu puedes captar con tus sentidos, con tu corazón.
El reto para el reportaje boda que hice fue mayúsculo, ya que captar todo esto a través del objetivo de mi cámara no era empresa fácil. Con todos los sentidos a flor de piel y la emoción dibujada en mi cara, arrancamos una boda inigualable. Sensaciones indescriptibles como profesional. ¡No quiero ni pensar lo que sintieron la pareja que inmortalizamos en tan bello entorno!
Estar el Los Cármenes y tener como marco incomparable de encuadre a La Alhambra te deja sin aliento, porque no quieres que el sonido de tu respiración rompa la magia del momento y sólo deseas que el tiempo se detenga, mientras que la cámara capta las sonrisas, las caricias, los colores y hasta los sonidos como nunca lo había hecho antes.
Granada, marco incomparable para un espectacular reportaje boda.