El 1er domingo de mayo es el Día de la Madre, esas mujeres que todas y todos tenemos como referencia y que en un reportaje boda tienen un protagonismo especial.
Para todos los días, amor de una madre
Esta semana vuelvo con Antonio Machado para recordar lo que es el amor de una madre. Posiblemente sea la explicación del por qué estas mujeres únicas, el día de la boda de sus hijos, tienen una mirada especial, una saber estar que hace que en un reportaje boda podamos disfrutar desde el primer instante gracias a ellas.
Sólo el amor de una Madre apoyará,
cuando todo el mundo deja de hacerlo.
Sólo el amor de una Madre confiará,
cuando nadie otro cree.
Sólo el amor de una Madre perdonará,
cuando ninguno otro entenderá.
Sólo el amor de una Madre honrará,
no importa en qué pruebas haz estado.
Sólo el amor de una Madre resistirá,
por cualquier tiempo de prueba.
No hay ningún otro amor terrenal,
más grande que el de una Madre.
“Sólo el amor de una madre”, Antonio Machado
Madres y reportaje boda
No hay reportaje boda en el que este amor, tan bien expresado por Antonio Machado, no rezume en cada momento en que madre e hija o madre e hijo coinciden. Hay miradas espectaculares, sonrisas deliciosas que sólo una madre sabe hacer, que sólo una madre sabe valorar y entender.
Dicen que no se pierde una hija o un hijo tras la boda. Las madres lo saben. Saben que el día a día cambiará, pero seguirán siendo ese referente único para todos nosotros, con respuesta a cada duda, y con ese aliento de ánimo para cada momento.
El Día de la Madre se ha institucionalizado en el primer domingo de mayo, pero cada vez que hago un reportaje boda, se que no es cierto. Días de la Madre son todos, son los 365 días del año. ¡Sin dudarlo!
Esas bodas en las que empiezo a captar esos instantes desde la misma peluquería hasta esos momentos íntimos donde los novios se visten, las madres son las encargadas de crear ese clima de tranquilidad y sosiego que hace falta. Sólo ellas lo saben hacer de una manera magistral. Transmiten amor y cariño en cada gesto, en cada mirada, en cada sonrisa, en cada caricia.
Con todo lo dicho, sólo puedo daros las gracias a todas por ser como sois. Sin vosotras, un reportaje boda no sería como es. Sin vosotras no seríamos como somos.
Así que… ¡gracias, gracias y mil gracias a todas!
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