Siempre explico que una preboda, además de romper el miedo con la cámara y conocernos,… hay que pasarlo bien y disfrutar. En el caso de  Lourdes y Aitor fue desde el minuto 1.

Tras unas semanas de lluvia, Donosti nos esperaba cargado de color: los verdes del parque, los ocres del bosque y los azules del mar, fue un precioso marco para esta preboda y, cobre todo, para esta divertida pareja. Lourdes alegre, cariñosa, con una sonrisa permanente en su cara. Aitor divertido e intrépido, siempre dispuesto a sorprender y hacer reír a su querida Lourdes. Fue una manera espectacular para que ellos conocieran a su fotografo boda.

Nuestro recorrido empezó en las laderas del Parque de Cristina Enea donde por separado paseaban, estudiaban y soñaban en su futuro. Ahora planean su viaje soñado: Australia. Subimos a Ulia a pasear por sus bosques llegando a los acantilados para ver la puesta de sol y por último… a cenar de «pintxos» en lo Viejo, colofón a un bonito reportaje de preboda.

Intensa pero divertidísima preboda de tarde-noche….

Con ganas de volver a veros. MUXUS.